jueves, 28 de diciembre de 2006

Puente medieval de Vadocañas



En el Catastro de Ensenada en 1752 en el capítulo 4° de aquella relación, se decía: «A tres leguas al Oriente (de Iniesta, se entiende) hay otro puente sobre el río Cabriel, sitio que llaman de Vadocañas. Es magnífico y singular por su elevación, su anchura y por tener un solo ojo, de modo que se encontrarán pocos de un conjunto de sus circunstancias: principia desde la primera piedra de la superficie a declinar y formar al medio círculo que representa muy perfecto; y aunque dicho río es caudaloso y suele tener unas soberbias avenidas en todos tiempos de las ramblas que desembocan en su cauce cuando llueve o nieva, no ha hecho sentimiento alguno, jamás. El referido puente se construyó a expensas de esta villa y sus propios, y es camino muy pasajero, para Valencia principalmente de herradura»
La importancia que adquirió la llamada Vereda Real de la Mancha, que históricamente consta señalizada y oficialmente detallada en su recorrido desde ia Manchuela hasta San Juan de Requena, para unirse allí con la de la Serranía de Cuenca para continuar única hacia Valencia y su Reino (señalamiento de 1744), está claro que por dicho puente trajinaron durante mucho tiempo arrieros, buhoneros, ganaderos, rebaños trashumantes, gentes de armas y caminantes en general. Se deduce igualmente que el camino de viajeros más corto desde Iniesta a Requena y viceversa, derivaba hacia la «Venta del Moro" lugar de descanso -como también lo era la venta de Vadocañas-para seguir marcha, claramente como vía de «herradura» hasta llegar a los lugares de mayor población y comodidades